Cómo conocí a vuestro padre | Por Inés Gómez
Los seguidores de los chicos del Upper East Side bajan cuál globo desinflándose debido a un pequeño pinchazo. Al principio, imperceptible, pero que con el paso del tiempo acaba volviendo a ser lo que su verdadero estado: un trozo de goma sin más interés que un ladrillo.
Para los que no lo sepan, Gossip Girl es una serie cuyas últimas seis temporadas nos han presentado las aventuras y desventuras del pijerío estudiantil de Manhattan a traves de una voz en off denominada Gossip Girl (en español, 'la reina cotilla').
Los protagonistas de la serie. Una 'Física o Química' de la jet set |
Durante seis años, Serena (la protagonista, totalmente insípida), Dan (el chico solitario y culto que se cree alguien por saber conjugar verbos), Blair (la mejor amiga-bruja que le da el toque cómico a la serie), Nate (el guaperas más insípido que Serena), Jenny (mejor no hablar de esta "cosa" que va de transgesora y rebelde por la vida cuando solo es una niña malcriada) y Chuck (el villano que da un toque de interés) nos han fascinado, enamorado, asqueado y acabando por resultar indiferentes, todo en este orden.
Durante su primera época generó una gran expectación, ya que hay que reconocer que los del proletariado somos morbosos un rato, y el ver a niños mimados consumiéndose en la miseria entre amantes de la realeza, drogas, bulimias, hermanos secretos que regresan desde la tumba y papis que compran su cariño a base de talonario nos hacía apreciar que quizás nuestra vida no fuese tan diferente a la de esos "pobres" diablos.
Además, hay que reconocer que los actores y actrices son bastante guapos, que las localizaciones exteriores son una auténtica pasada (se rueda gran parte en las calles de Nueva York, además de dos capítulos filmados en Paris y en The Hamptons, que viene a ser el Torremolinos neoyorquino, solo que para ricos y mucho más glamouroso que el nuestro) y que el vestuario está basado en la vestimenta real de las socialités de la costa este estadounidense, llegando incluso a utilizar prendas de Chanel y Óscar de la Renta para escenas de diez minutos.
A mi parecer, la serie debió haber acabado hace dos temporadas, pues la quinta sobra y la sexta ya ni la menciono. Las tramas se han vuelto totalmente banales y absurdas, la cantidad de fiestas y eventos a las que acuden por episodio en vez de dar una imagen elegante solo deja más a la vista la falta de frescura y de originalidad de los guiones, y no es normal la cantidad de veces que se enamoran y se desenamoran a la semana, y si no que se lo digan a Blair, a la que ya no le quedan novios que elegir porque prácticamente la han liado con todo el elenco.
Imagen de la página web a través de la cual la llamada 'Reina Cotilla' revela los secretos de los protagonistas de la serie |
De sus historias realmente se podría haber sacado algo bueno, ya que es, junto con Chuck, el único personaje que da un poco de vida a la serie y la que lo ha salvado debido a sus idas y venidas con Grimaldis, chicos solitarios, condes y el propio Chuck... Además de demostrar esa capacidad innata de crueldad para tratar a sus enemigos sin cargarse la manicura francesa y deleitarnos con sus problemas existenciales de ropa.
Y no hablemos de la edad. La mayoría ha cumplido ya los 25 y siguen interpretando a adolescentes de 19. Personalmente, no veía algo tan chocante desde que un mazadísimo Tom Welling de 28 años fue contratado para hacer de un Clark Kent de 15 en Smallville ( a mí sinceramente me daba igual su edad).
¡Un poco de coherencia, guionistas! Espero que para la última temporada le dé el final que se merece y que debió haber tenido allá por la cuarta, con Chuck desangrándose en el suelo, y con un anillo de compromiso para Blair en su americana fabulosa.
Pero deben darse prisa, porque el público ya quiere que la reina cotilla abdique. O que le corten la cabeza, todo es aceptable.
Inés Gómez (@inesgomezduran)
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