El tuit del Más Allá

El escalón de mi escalera | Por Ana Esther Méndez


El artista francés Pierre Huyghe ya lo dijo a través de una de sus creaciones hace nueve años, No son tiempos para soñar. Esta afirmación resulta ya un argumento demasiado manido para los jóvenes de nuestra generación, pero ello no quita que no dé que reflexionar. 

Pierre Huyghe: No son tiempos para soñar (2004). Exposición
de la Sala de Arte del Grupo Santander de Boadilla
del Monte. Puede visitarse hasta junio.
Nos encontramos en un colapso por sobrecarga de información mediatizada a través de internet, donde las redes sociales se han hecho con las llaves de nuestra vida hasta el punto de campar a sus anchas en nuestro baño sin siquiera preguntarnos qué puerta del fondo es. Ni siquiera cuando desaparecemos de este universo, la que fue nuestra vida está exenta de publicidad. Solían decir que 'si te enamoras de un escritor, tu memoria vivirá para siempre'. A día de hoy, todos nos consideramos escritores de nuestra propia vida y de las ajenas, y en muchas ocasiones, no precisamente porque estemos 'enamorados' de los demás. Más bien lo contrario. 

Aun no sabiendo si por morbo o por esa curiosidad intrínseca propia del ser humano, hay quienes han superado las barreras de lo físico y han buscado mantener viva la memoria de personas con cierta notoriedad pública. Hablamos del escalofriante caso de la web The tweet Here After, el proyecto de un par de amigos de Pittsburgh, Jamie Forrest y Michael McWatters, que se hacen eco del último tweet de famosos ya fallecidos. 

Este es el caso del rapero Freddie E, quien se suicidó el pasado 5 de enero relatando sus últimos momentos a través de la red social Twitter. También nos encontramos con las últimas palabras del ciberactivista Aaron Swartz, quien tuvo la misma suerte que nuestro anterior protagonista. A esto hay que añadirle nombres de fallecidos españoles, como Iñaki Lejarreta, el ciclista olímpico de cross country, quien fue arrollado por un vehículo mientras entrenaba en Bizkaia. Y muchos otros, como el joven rapero Capital Steez, quien lo hizo sin rodeos.




Fotograma de la serie Black Mirror
La espeluznante web ya cuenta con gran repercusión internacional. Pero más espeluznante resulta aún comprobar cómo somos absorbidos paulatinamente por este bucle hasta el punto de vender nuestra muerte a través de las redes sociales. Muchos de los perfiles que se citan en el portal a día de hoy todavía son visibles al público, y se puede 'interactuar' con ellos. Terrorífico. Un argumento propio de la serie Black Mirror. 


Lo dijo Pierre Huyghe, no son tiempos para soñar. Resulta que cada vez, en mayor número de ocasiones, la realidad supera a la ficción. Ahora ya no soy tiempos para soñar ni muerto, ni dormido. 




Ana Esther Méndez (@hormonada)




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